Cervantes escribió La Novela hace mucho tiempo. Era la
historia de un caballero andante, o alguien que quería serlo. Del rey al bufón
a la peor pagada acompañante del cabaret, todos había oído de la novela.
Incluso se dice que hizo una secuela, pero nadie puede precisar cual era su
punto, si el personaje principal estaba muerto. Entonces Cervantes les dijo, en
la novela puede o no haber un plano existencial diferente al expresado. Véanlo
de esta manera. Hay una anécdota que cuenta un físico cuántico en la cual
relata la conversación de dos jóvenes ingleses en un jardín por la noche.
Hablan, obviamente, de física. Dicen que si hay infinitos universos que se
crearon a la vez que el nuestro, todas las posibilidades existen. Uno de ellos
dice, entonces, si es así, en algún universo estamos nosotros dos parados en un
jardín y al momento que termine esta frase pasara un tigre por entre las setas
del laberinto—se me olvidó mencionar, había un laberinto de setas muy altas en
el jardín, era de algún duque—y claro está, cuando termina la frase entra un
tigre y devora a ambos. De la misma manera puede existir un hidalgo en un
universo en el cual hay infinitos universos y por lo tanto infinitos hidalgos,
y entonces no es muy loco creer que en alguno de esos universos—de hecho en
infinitos de ellos—el hidalgo sobrevivió a la primera parte y da espacio para
una secuela. De ese universo escribiré ahora.
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